Convivencia Escolar

Convivencia Escolar

De acuerdo a las políticas nacionales de convivencia escolar, las personas aprenden a convivir de acuerdo a las experiencias que visualizan en su entorno, por lo cual mientras más experiencias relacionales positivas vivencien, más impactará en el comportamiento cotidiano de cada uno de los actores de la comunidad educativa.  Por esta razón, como colegio Miguel Cruchaga, trabajamos en la generación de ambientes inspiradores que faciliten el desarrollo de una convivencia respetuosa, inclusiva, participativa, colaborativa y orientada al bienestar de la comunidad.

La convivencia escolar debe inspirar, encantar e invitar a construir y vivir experiencias pedagógicas cargadas de sentido, donde la valoración de las identidades personales y el bien común sean partes de la rutina. En el Colegio, buscamos impulsar dicho bien común, a través de la formación de valores que fortalezcan la identidad personal y así impactar positivamente en la comunidad educativa. Con la formación del respeto, la solidaridad, la honradez, la espiritualidad y la responsabilidad, buscamos que todos los integrantes de la comunidad reconozcan el tipo de relaciones que deben predominar en el quehacer cotidiano y así transformar los modos de convivencia.

Queremos invitar a todos los integrantes de la comunidad a sumarse a esta tarea y a este paradigma que busca promover la sana convivencia de manera formativa. Estamos conscientes de que debe ser un trabajo sistemático y transversal a todas las etapas escolares, ya que implica una mirada distinta, a desnormalizar ciertas conductas que como sociedad hemos ido validando y a tomar consciencia de que se requiere un trabajo en conjunto casa-colegio, para así impactar en un cambio cultural.

Material de Apoyo

Como colegio nos preocupamos por posibilitar el aprendizaje de relaciones de respeto, de inclusión y de participación democrática. Para eso contamos con un área especializada en convivencia escolar, conformada por siete profesionales dedicados a promover una sana forma de relacionarnos y con espacios resilientes especialmente diseñados para ello.